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Cartel promocional de Matrix (1999). |
Esta es tu última oportunidad. Después ya no podrás echarte atrás. Si tomas la pastilla azul, fin de la historia, despertarás en tu cama y creerás lo que quieras creerte. Si tomas la roja, te quedarás en el País de las Maravillas y yo te enseñaré hasta dónde llega la madriguera de conejos.
Estas enigmáticas palabras son las que escucha un confundido Neo (Keanu Reeves), el protagonista de la trilogía Matrix, antes de tomar la decisión que cambiará, o más bien dará comienzo a su vida. El ser humano está llamado a tomar decisiones constantemente. De mayor o menor relevancia, nuestra vida transcurre entre multitud de elecciones que realizamos día tras día. Como capitanes de una nave, nuestro discurrir se ve determinado por nuestra voluntad. La mayoría de veces las alternativas a nuestro alcance no darán lugar a diferencias significativas, variando apenas el curso de nuestro viaje. Con otras, sin embargo, se requiere mayor cuidado, llegando a suponer un completo cambio de sentido no solo para nosotros, sino también para otras personas que puedan acompañarnos.
Quizás Neo pensara en algo parecido antes de escoger la pastilla roja, aunque el elemento que lo motivara fuera más bien un intenso deseo por conocer la verdad. La revelación de esta es la meta por la que pelearán los protagonistas de Matrix y el tema en torno al que gira una de las sagas de mayor importancia del cine de ciencia-ficción. Ardua tarea es tratar de comprender el porqué de su relevancia sin conocer un solo detalle de la trama, lo cual es imprescindible para que este trío de películas cause la impresión deseada en el espectador que se sienta a verlas por primera vez, especialmente en el caso de la primera entrega.
Baste decir que el estreno en 1999 de Matrix supuso un antes y un después para toda una generación. Combates espectaculares entre unos personajes expertos en artes marciales, planos imposibles para la cámara, profundas reflexiones sobre lo que es real y lo que no... Múltiples y variados son los atractivos que posee este primer episodio de la serie para no dejar indiferente a nadie. Pero, ¿qué es Matrix?
Matrix nos rodea, está por todas partes, incluso ahora en esta misma habitación. Puedes verla si miras por la ventana, o al encender la televisión. Puedes sentirla cuando vas a trabajar, cuando vas a la iglesia, cuando pagas tus impuestos. Es el mundo que ha sido puesto ante tus ojos para ocultarte la verdad. Así lo explica Morfeo (Laurence Fishburne) en su primer encuentro con Neo, mostrando el fuerte componente filosófico-religioso de la película, posiblemente su aspecto más llamativo. Por un lado, la historia de Matrix bebe de la fuente del cristianismo y del budismo; por otro, es posible establecer una clara relación con las teorías epistemológicas de pensadores como Platón o Descartes.
Mientras tanto, la interpretación es el punto débil de la película. El personaje de Neo requiere de más recursos de los que un actor como Keanu Reeves puede disponer, lo que se convierte en un gran error al tratarse del protagonista. Y si bien Carrie-Anne Moss cumple como Trinity, se echa de menos algo más de carácter en este personaje tan interesante. No obstante, también es justo reconocer el extraordinario trabajo de Laurence Fishburne en el papel de Morfeo y de Hugo Weaving encarnando al Agente Smith, lo cual es un gran acierto.
Poco más me atrevo a contar sobre una película que uno debe descubrir por sí mismo. Si el resultado termina siendo satisfactorio, se puede continuar con las dos secuelas, Matrix Reloaded y Matrix Revolutions (2003), que aunque bajan el nivel de su predecesora no dejan de contar con muestras de brillantez. Que las veas o no es decisión tuya. ¿O la decisión ya está tomada? Sea como sea, seguro que disfrutas con esta impresionante historia.
Autor:
Manuel V. Montesinos
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Laurence Fishburne en Matrix |
Mientras tanto, la interpretación es el punto débil de la película. El personaje de Neo requiere de más recursos de los que un actor como Keanu Reeves puede disponer, lo que se convierte en un gran error al tratarse del protagonista. Y si bien Carrie-Anne Moss cumple como Trinity, se echa de menos algo más de carácter en este personaje tan interesante. No obstante, también es justo reconocer el extraordinario trabajo de Laurence Fishburne en el papel de Morfeo y de Hugo Weaving encarnando al Agente Smith, lo cual es un gran acierto.
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Hugo Weaving en Matrix. |
Autor:
Manuel V. Montesinos
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