Las dudas forman parte de la
vida del ser humano. Lo mejor que podemos hacer para despejarlas es preguntar.
Pero cuando nos decidimos a ello nos enfadamos porque no nos gusta lo que nos
responden o porque nos mienten. Sería ideal que siempre nos dijeran la verdad y
el mejor antídoto para ello se llama sinceridad y siempre mejor si va
acompañada de humor. Si desean pasar un buen rato y reír sin parar, deben
visitar el Teatro Lara.
Podemos introducir esta obra
en el género de comedia de enredos por contar con las tres claves principales: argumento
intrincado, pero fácil de seguir, ingenioso y con final inesperado. Por el contenido
de la trama, también estaría muy próxima la categoría de comedia blanca pero
con temática negra, por tratar un asunto que ha sido tabú –como es el terrorismo–
de manera humorística y, en este caso, sensacional. Además posee tintes amorosos
y llamadas a la amistad. Como pueden observar estamos ante una comedia moderna,
muy completa e hilarante que cuenta con más de 2 000 funciones en
sus siete temporadas.
Burundanga
(el final de una banda) narra la historia de Berta (Rebeca Brik) una joven estudiante que acaba
de quedarse embarazada de su novio Manel
(Antonio Hortelano). Pero Berta no solo duda en la forma de decírselo, sino también en si
realmente le quiere. Silvia (Ariana Bruguera), su compañera de piso
y amante de los uniformes masculinos, le ofrece una solución: administrarle burundanga,
la droga de la verdad, a su novio para que le hable con total sinceridad. El
deseo de Berta puede contra sus
dudas y le administra esta sustancia. Lo que no espera es que Manel le cuente un secreto –en el que
también estarán implicados su amigo Gorka
(Francisco Nortes) y un
empresario (Eloy Arenas) – que puede
poner sus vidas en peligro.
El afamado y exitoso
director Jordi Galcerán, conocido
por su claustrofóbica e intrigante obra El
método Grönholm, es el responsable del texto de la representación. En un
primer momento el libreto puede recordarnos a una de las muchas comedias de
enredos en cartelera –donde los líos entre los personajes son los que marcan la
trama y la pauta del guion– pero Galcerán
huye de lo simple y ofrece a los espectadores un texto arriesgado e
innovador. La segunda parte del título “El final de una banda” es el tema
principal sobre el que gira la función. La valentía, y cierta osadía, de
este dramaturgo le llevan a crear un relato sobresaliente y cómico con dos
ingredientes arriesgados e inconexos entre sí: la droga y el terrorismo, con lo que este último ha significado para la historia de nuestro país.
Un libreto de esta
características puede ser una “patata caliente” para un director cualquiera, pero
no para Gabriel Olivares. Este productor
teatral dispone a los actores en las tablas y consigue que ofrezcan un recital
de humor con una buena actuación. Me alegra que la mayor parte del reparto
actual esté formado por gente joven, y profesional a la vez, porque son de
quienes depende la continuidad del teatro. El reparto da agilidad y ritmo a la
representación, interpreta situaciones a cámara rápida y hace reír al
espectador, que es en definitiva el fin principal de una comedia.
Berta
Brik interpreta a la joven e ingenua Berta, que no sabe cómo decirle a su novio que está embarazada. Junto
a su amiga Silvia, Ariana Bruguera, urden
“El plan burundanga”. Ambas actrices destacan por su naturalidad sobre el
escenario e interpretan a la perfección situaciones incómodas, y muy graciosas
a la vez, frases corales y su nerviosismo al conocer la reacción de sus compañeros.
Antonio
Hortelano es Manel, el
novio de Berta, un joven euskaldun con
una vida aparentemente normal pero que esconde un gran secreto. Este personaje
será el primero en tomar burundanga y en sentir los efectos de esta droga. El
actor valenciano, que ha participado en exitosas series televisivas, desprende
inocencia y bondad y recrea con mucha gracia los brotes derivados de ingerir la
droga de la verdad. Su amigo cocinero vasco Gorka (Francisco Nortes)
también está implicado en los planes disparatados de Manel aunque por motivos distintos. Este actor, curtido en series
televisivas, imita de forma hilarante el acento vasco que despierta las risas
del público. Nortes sabe transmitir
la inseguridad de su personaje y hasta los momentos más trágicos los hace
graciosos.
El mítico humorista Eloy Arenas es el único actor que ha
permanecido en las siete temporadas de Burundanga
y sigue manteniendo su característico e hilarante tono verbal y jugando con
las inflexiones de voz. Arenas
interpreta a un empresario que no duda en decir, en todo momento, lo que piensa
y en poner de manifiesto las torpezas y chapuzas de los dos jóvenes vascos. Con su actuación
encarrila la función y es el responsable del inesperado final.
La escenografía, aun simple,
es bien aprovechada y recrea el típico piso de estudiantes. También me quedé
muy sorprendido por el estribillo ágil y pegadizo de la banda sonora que lleva
el título de la obra. Otra seña más de identidad de una comedia ocurrente con
personalidad y muy divertida.
En
Burundanga disfrutarás de una ingeniosa comedia y serás partícipe de la disolución de una banda
Autor: Jordi
Galcerán
Dirección:
Gabriel Olivares
Reparto: Eloy
Arenas, Tusti de las Heras / Ariana Bruguera, Ruth Núñez / Rebeca Brik, Antonio
Hortelano / Bart Santana y César Camino / Fran Nortes
Lugar:
Teatro Lara (Calle Corredera Baja de San Pablo, 15, 28004 Madrid)
Venta de entradas:https://www.taquilla.com/entradas/burundanga?t10id=1201
Venta de entradas:https://www.taquilla.com/entradas/burundanga?t10id=1201
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