Solemos emplear la frase del
título cuando queremos hacer algo fuera de lo común y puede que no muy
conveniente para con nosotros. Pero por mucho que intentemos huir, con que solo
ocurra en un instante ya es suficiente. Si quieren disfrutar de este
espectáculo, aunque sólo sea una vez, pueden visitar el Teatro Marquina.
Esta obra encaja en el
género de la comedia romántica. Dos personas se conocen por casualidad y
existe, entre ellas, una barrera externa que les impide estar juntos, en esta
ocasión ambos están casados. Las vivencias de los protagonistas están marcadas
por un humor un tanto surrealista y bien acoplado a la representación lo que
evita que caiga en una zalamería excesiva. Otra característica propia es su
carácter intergeneracional que permite que las situaciones cómicas encuentren
acomodo en el año en el que ocurren.
Una
vez al año es la adaptación de la obra inglesa escrita por el
dramaturgo Bernard Slade, a mediados
de los años 70, y que se hizo mundialmente conocida tras la película
protagonizada por Ellen Burstyn y Alan Alda, bajo el título: El próximo año, a la misma hora. En esta
función descubrimos a José (David Janer) y Pilar (Silvia Marty), dos
extraños que se conocen por primera vez en un parador de La Rioja en 1975 y se
convierten en amantes. Al tener pareja e hijos acuerdan verse una vez al año,
el mismo día y en la misma habitación; así durante 25 años. Con el paso de las
décadas tendrán que hacer frente a los cambios en sus vidas y al contexto
social y político que terminará por repercutir en su idilio amoroso.
Esta representación, en
versión española, guarda fidelidad al libreto original, aunque hubiera sido
conveniente introducir más gags humorísticos para dotar al texto de mayor
comicidad y algún gancho que uniera los encuentros de un año a otro y así lograr
cierto suspense. No obstante, la historia es de por sí interesante y su esencia
está en descubrir, y también imaginar, cuáles serán los cambios de mentalidad
de los protagonistas y cómo afectarán a su amor prohibido.
El actor y director Héctor Claramunt se pone al frente de esta
representación y ofrece un trabajo vistoso y bien resuelto. A medida que pasan
los minutos, equivalente a años, la historia va adquiriendo un cariz más
profundo, con toques reivindicativos, y permite que actor y actriz brillen
sobre el escenario y consigan crear una atmósfera de auténtica complicidad. David Janer y Silvia Marty ejecutan con maestría a los personajes a los que
representan, sus reacciones –como los inicios forzados de sus conversaciones– y
sus sentimientos de culpabilidad.
David
Janer interpreta a José,
un contable, con tres hijos, timorato e inocente. La evolución de este
personaje se ajusta a la famosa campana de Gauss: comienza con ingenuidad, pasa
por una etapa alocada, y finaliza con madurez.
Es probable que el nombre de este actor esté asociado al de la exitosa y
soberbia serie Águila Roja y en
nuestras retinas queden sus movimientos acrobáticos como héroe de la villa
madrileña. Como la obra que nos ocupa no guarda ninguna relación con sus
papeles anteriores, lo mejor es no hacer comparaciones. Janer demuestra en esta actuación su dominio en el tono dramático.
Desde mi óptica, sus mejores momentos coinciden cuando su personaje mantiene un
tono neutro y profundo y, como artista, le sabe dar un toque misterioso.
Silvia
Marty es Pilar, una
joven –con los años convertida en mujer– amante de los retiros espirituales.
Con motivo de su primer embarazo tuvo que aparcar sus estudios que luego
retomará con mucho éxito. Esta actriz, que ha participado en más de una docena
de series españolas, ofrece una actuación fabulosa por su naturalidad. Esta es
su primera vez sobre las tablas pero estoy convencido de que no será la última.
Me cuesta destacar un momento estelar, porque en los primeros estadios proporciona
frescura y agilidad a la obra y cuando su personaje va madurando, y
deshaciéndose del tono infantiloide, aporta dramatismo y seguridad en sí misma.
Además del crecimiento personal, agradezco sus toques feministas que le
permiten ser dueña de su propia vida y explotar la sensualidad de la
inteligencia.
Otra de las esencias de la
obra se encuentra en el cuidado de los detalles. Esta minuciosidad puede
apreciarse en el decorado que recrea con precisión una habitación de hotel, con
el olor característico a madera. Otra virtud es el vestuario y maquillaje, a
cargo de Míriam Compte y Helena Fenoy, que hacen un repaso por
los estilos imperantes de cada época, desde las camisas horteras hasta los
trajes más elegantes. También considero un acierto que la representación vaya
acompañada de la proyección, con música incluida, de acontecimientos y
personajes que han marcado la vida social y política de nuestro país en más de
dos décadas.
En
Una vez al año conocerás la historia
de dos amantes y cómo el paso del tiempo va moldeando sus rutinarias vidas
Autor:
Bernand Slade
Dirección:
Héctor Claramunt
Reparto:
David Janer y Silvia Marty
Funciones:
hasta el 6 de mayo
Lugar:
Teatro Marquina (Calle de Prim, 11, 28004 Madrid)
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