Si ya es difícil reír, aún
lo es más hacer reír a alguien. Nos levantamos, desayunamos, hacemos nuestras
tareas y así van pasando los días con el piloto automático puesto. Si desean
desconectar y pasar un rato muy divertido deben visitar la Chocita del Loro.
Siempre es un placer entrar
en el local de monólogos por excelencia de la capital. Si no están seguros del
sitio, basta con escuchar el texto ingenioso de la voz en off, alejado de la sordidez y monotonía de otros teatros. Sobre
este escenario han iniciado sus carreras renombrados cómicos y continúan
saliendo talentos del humor. Con Quique
Matilla dudo en qué categoría englobarle, porque su nombre ya ha sonado en
televisión y radio y sigue dando muestras de su don natural para el humor. Categorías
aparte, este cómico vallisoletano nos abre las puertas de su vida,
desgraciadamente no las de su casa, para contarnos experiencias propias de
forma desternillante.
La primera virtud en Si no lo digo reviento es contar con un
hilo conductor unificador de todos los chistes y escenas cómicas. Matilla, participante en ‘Central de
Cómicos’, de Paramount Comedy, nos relata el lado más irónico de su vida
cotidiana. Hablar de las vivencias de uno mismo es la mejor manera de ilustrar que
continuamente nos pasan cosas divertidas; o mejor dicho, nos ocurren sucesos de
los cuales podemos extraer aspectos aptos para el humor si sabemos la forma de
transmitirlos, y este humorista sabe cómo hacerlo.
Dicen no haber experiencia
más bonita que la de ser padre, aunque los asistentes descubrirán la letra
pequeña, o invisible, de criar a un hijo. También todos son alegrías cuando te
invitan a una boda pero si todo tu entorno se pone de acuerdo para casarse ya
no es tan gracioso. Estos son algunos temas de lo que trata Matilla, finalista del quinto certamen
de ‘El Club de la Comedia’.
Soy un apasionado del género
monologal y me cansan los espectáculos donde el humorista arranca las risas con
chistes fáciles o temas manidos, porque uno tiene la sensación de haber
escuchado ya un monólogo similar. En esta ocasión no ocurre tal error aunque sí
encontramos clásicos en el humor como las distintas formas de actuar del hombre
y la mujer. Sobre este tema rescato una frase de su texto para disipar cualquier
duda preconcebida: “En serio, hacedlo por vosotras, a nosotros nos da igual”.
Otro acierto del actor y
guionista es su forma de narrar sus historias, las vive intensamente y muestra
de ello son su cómica gestualidad y sus risas, las cuales inevitablemente
contagian al público. Además, trae a colación temas de actualidad, su texto
está cargado de comparaciones ingeniosas y como profesional del mundo del humor
encadena y rescata chistes anteriores. Sí es cierto, que podía explotar más el
nombre del título e incluirlo dentro de su guion como frase gancho para algunas
de sus anécdotas.
Dedica un espacio amplio
dentro de su monólogo a contar sus experiencias por tierras vascas, no sería
algo innovador –los chistes de vascos son un clásico– si no fuera porque ha
trabajado como presentador y uno de los guionistas del programa ‘Quique en el País
de los Vascos’, emitido en la ETB 2. De
nuevo, también se aleja de los tópicos y brinda a los asistentes vivencias
personales, incluidas meteduras de pata, extraordinariamente divertidas.
Destaco la interacción con
el público desde el primer minuto para romper el “hielo escénico”. Además si
sois nuevos en el mundo de los monólogos los consejos del principio os serán
muy útiles. El final del show también es magnífico. No hay mejor forma de
terminar un espectáculo de humor que con un alegato a favor de la risa e invitando a los asistentes a acudir a más
espectáculos en directo. Sin duda un ejercicio de nobleza con su gremio. Otro
detalle, muestra de su generosidad, es despedir a los asistentes a la salida.
Algunos lo definen como un
cómico joven como el tempranillo, fuerte como un gin tonic, pero sobre todo
como la cerveza, ¡donde va triunfa! Por muchas descripciones que puedan hacer,
lo mejor es que lo comprobéis por vosotros mismos.
En
Si no lo digo reviento conocerás las
vivencias de Quique Matilla mientras ríes a carcajadas
Autor:
Quique
Matilla
Lugar: La
Chocita del Loro (Gran Vía, 70, 28013 Madrid)
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