Muchas frases célebres contienen
la palabra destino. ¿Existen los encuentros casuales, o hay algo desconocido
capaz de juntar a dos personas, en el mismo lugar y a la misma hora? Sea como
fuere, los hechos ocurren y una conversación puede ser el principio de una gran
amistad. Si desean profundizar sobre el sino y conocer la extraña relación de
una, también, extraña pareja deben visitar el Teatro Bellas Artes.
Bernabé
Rico,
responsable de la adaptación de la obra original del dramaturgo estadounidense Scott Organ, nos invita a conocer la historia conjunta de Dani (Elías Sevillano) y de Cris (Candela Fernández). En una noche de juerga y desenfreno ambos terminan
juntos. Tiempo después, Cris decide quedar
con Dani para no verle más, sin
embargo acaban hablando y dejan una puerta abierta para un posterior encuentro.
Dani recoge el guante y desea
conocer mejor a Cris, quien le acaba llamando. La atracción parece mutua y evidente
aunque tres cosas pueden cambiarlo todo.
Con leer esta breve sinopsis,
el público tendrá en mente el género de comedia romántica, resumido en la frase
de “chica conoce a chico” y, evidentemente es el mejor género para describirla.
Sin embargo, la versión de Bernabé Rico
va más allá de una historia ñoña de amor. Este multifacético actor, productor, director
y guionista disecciona, con humor, algunos de los temores más profundos que
amenazan las relaciones humanas como el miedo al compromiso, al fracaso y, en
definitiva, el miedo a vivir.
El libreto se resume en un
diálogo entre dos personas en busca de amor, pero sobre todo de entendimiento.
A simple vista parece sencillo y predecible sin embargo, el texto está cargado de
incertidumbres vitales, de un humor sutil e inteligente, de situaciones embarazosas
a cada cual mayor y de giros argumentales kafkianos pero realistas a la vez. Además,
también aprecio una crítica implícita a las frases hechas y a construcciones
dialécticas vacías que contribuyen a la incomunicación.
Las anteriores
características son proyectadas de forma sensacional por José Pascual. Este director, experto en la construcción de montajes
teatrales, continúa en la línea de la aparente sencillez escénica, pues los
movimientos de los dos actores son simples y el tono empleado es cuidado y
medido, incluso en situaciones trágicas. En este tipo de comedias románticas,
la ruptura de la cuarta pared es un recurso muy empleado para proporcionar más
información de los personajes al espectador; sin embrago, en esta ocasión no es
necesario su uso, pues los devenires de las conversaciones van introduciendo
los datos necesarios para seguir la representación. Por otra parte, sí hubiera
sido oportuna la introducción de la figura del aparte, por ejemplo entre
regañadientes, para potenciar, así, el tono humorístico de la obra.
La dificultad, resuelta con
acierto, de los papeles interpretados por Candela
Fernández y Elías Sevillano está en saber otorgar agilidad a los diálogos constantes,
pues de no hacerlo la obra podría ir decayendo poco a poco. Actor y actriz
interpretan con soltura escenas paralelas a ambos lados del escenario separados
por una pared imaginaria. El teléfono móvil es un elemento importante en Tres Cosas y ambos actores bordan las
pausas típicas de las conversaciones y las palabras fluyen de forma natural. De
igual manera, representan de forma correcta, con silencios incómodos y risas
nerviosas, las situaciones embarazosas de sus respectivos personajes.
El papel de Cris es interpretado por Candela Fernández. Esta actriz, participante en más de una quincena de
obras teatrales y series televisivas, representa a una enfermera con dificultad
para mostrar sus sentimientos y con cierta aversión al género humano. Su
inseguridad constante, sus comportamientos bipolares y sus lapsus mentales protagonizan
los momentos más divertidos de la obra. Pero en los 75 minutos de función,
también hay momento para escenas más dramáticas, interpretadas con soltura. No obstante,
en dichas escenas noté cierta contención comparado con otros episodios trágicos
interpretados por Fernández en la pequeña y gran pantalla.
Por su parte, Elías Sevillano interpreta a Dani. Este actor, experto en el género
de cortometraje, representa a un personaje optimista pero también inseguro, dubitativo e introvertido.
Su personaje es el engranaje perfecto de Cris
e intenta, por todos los medios, que su extraña relación continúe sin importarle
los continuos cambios laborales de su compañera. Sevillano interpreta con ternura la sencillez y bonhomía de su
personaje, que en ocasiones ralla lo simplón, aunque me hubiera gustado ver su
vena más dramática y desatada en algunas escenas. También es el responsable de
disertar sobre el paso del tiempo y sobre si el ser humano puede traspasar la
barrera del espacio.
El decorado, cercano a lo
psicodélico, se reduce a dos paneles verticales situados a ambos lados del
escenario. Esta parquedad es debida a que lo esencial de esta obra se encuentra
en el propio relato y en la actuación de los actores y no en ornamentos
superfluos. En escena solo encontramos un par de sillas y una cama plegable, elementos
más que suficientes para el transcurso de las escenas. Por otra parte, el diseño
de iluminación, a cargo de Carmen Mori,
es muy bueno y queda patente en el contraste de luces y en el juego de colores
adecuados para cada escena.
En Tres
cosas conocerás la extraña relación de dos personas en busca de amor, entendimiento
y compañía
Autor: Scott
Organ
Versión:
Bernabé Rico
Dirección:
José Pascual
Reparto:
Candela Fernández y Elías Sevillano
Funciones:
hasta el 3 de junio
Lugar:
Teatro
Bellas Artes (Calle del Marqués de Casa Riera, 2, 28014 Madrid)
No hay comentarios:
Publicar un comentario