Reconózcanlo. En algún momento
han tenido en mente alguna fantasía sexual o, por lo menos, algún deseo subido
de tono. Si ocurre dentro de la pareja no debe ocasionar ningún problema. Ahora
bien, si los pensamientos tienen nombres ajenos a la relación… los cimientos
podrían moverse. En mi caso, no les voy a aconsejar ninguna práctica sexual
pero sí pueden visitar el Teatro La Latina para conocer los deseos de dos
parejas en continua evolución.
Sobre el intercambio de parejas
gira esta representación adaptada por Olga
Iglesias, Maite Pérez Astorga y
David Serrano. Una noche de celebración pasada por copas, Tomás (Álex Barahona) y Silvia
(Kira Miró) les cuentan a sus amigos que son swinger y que el intercambio de pareja podría ser la solución a la
rutina amorosa instalada en Julieta (Miren Ibarguren) y Adrián (Daniel Guzmán) tras 17 años casados y
un hijo. En un primer momento impera el “no es no” pero la curiosidad,
acompañada de la confianza entre los cuatro, va apoderándose de Julieta quien intentará arrastrar a su
pareja. Todo parece ser un juego, pero hasta en los juegos hay normas que de no
respetarse pueden dinamitar los sentimientos.
La idea original nace de la
película dirigida por Daniel Cúparo y
Juan Vera bajo el mismo nombre. El tema central tiene, sin duda, la
suficiente potencia tanto para un filme como para una representación teatral
cómica, además de cierto desconocimiento por parte del espectador en el mundo
de las relaciones abiertas. Sobre estos mimbres trabajan los tres adaptadores
de esta obra y su trabajo es resuelto con acierto. El género más próximo es el de
comedia dramática (por conjugar elementos humorísticos y dramáticos) con tintes
amorosos. Ahora bien, los tempos cinematográficos no son iguales a los
teatrales, pues en los primeros siempre puede haber más técnicas disuasorias en
el supuesto de agilizar la película. En este sentido, los tempos en la obra no
terminan de convencerme. El inicio es rompedor y novedoso pero el elemento
central (la práctica del intercambio de parejas) es desvelada al principio de
forma abrupta y rápida y el sentido de la trama va perdiendo interés. El desenlace,
por su parte, es escalonado y desde mi óptica algo extenso.
Con independencia de
aspectos técnicos, el fin principal de una comedia es hacer reír al espectador
por medio de situaciones divertidas o embarazosas o por el uso de gags o
chistes. Esta obra cumple con creces dicho objetivo. No obstante, en algunos
instantes los diálogos son excesivamente largos y se inclinan más al género
dramático que al cómico. Por otra parte, la recreación de escenas pasadas, con
una mezcla de flashback y presente, es perfecta. Otro detalle positivo en la adaptación
de Iglesias, Pérez Astorga y Serrano es la abundancia de
argumentos y técnicas de persuasión para conseguir variar las posturas de los
personajes.
Una de las esencias de esta
obra es contar con un reparto de actores y actrices archiconocidos y de alto
nivel y, sin lugar a dudas, es mejor verlos en directo. Los cuatro se
complementan a la perfección en el escenario, tanto ellos como sus respectivos
personajes, y su visión antagónica sobre el amor y la vida son el centro de las
risas del público. Para esta obra era necesario contar con artistas de alto
potencial cómico, como lo son los cuatro seleccionados.
Daniel
Guzmán interpreta a Adrián,
un afamado arquitecto con jugosos proyectos profesionales pero con una vida
amorosa complicada. Su personaje es el centro de las miradas de su pareja y sus
dos amigos, pues es el más reticente a practicar los intercambios. Pero precisamente
estos miedos son transformados en frases y situaciones desternillantes. Gúzman, con más de una quincena de
obras teatrales y series televisivas a sus espaldas, borda las caras de
estupefacción, inocencia y curiosidad por las propuestas de los demás
protagonistas. A pesar de dar vida a un personaje incómodo por las
circunstancias y su moral conservadora, el goyarizado director novel defiende
su papel con comodidad por guardar similitudes con alguno de sus personajes
interpretados en series.
La mujer de Adrián, Julieta, es representada por Miren
Ibarguren. Desde mi óptica es el
personaje más cómico de la representación, incluso cuando la situación no lo es;
además de una de las mejores actrices en el género del humor. En este sentido,
la crudeza y sus hachazos dialécticos con su pareja son sensacionales. Probablemente
el público conozca a Ibarguren por
su papeles en series televisivas, así mismo ha participado en más de una decena
de obras teatrales y esa seguridad es proyectada, en esta ocasión, en un personaje
inseguro con ganas de nuevas experiencias amorosas.
La pareja experimentada en
relaciones abiertas está formada por Kira
Miró y Álex Barahona. Actor y
actriz muestran una coordinación perfecta sobre el escenario e imprimen ese
carácter liberal y transgresor a sus respectivos personajes. Miró ha participado en conocidísimas series
televisivas pero me fascina su amor por el teatro al dar vida a personajes en
salas modestas. Su personaje es un tanto plano, dominado por las técnicas de
seducción y persuasión, aunque los instantes más dramáticos son interpretados
de forma sobresaliente. Por último, Barahona
da vida a Tomás, socio del despacho
de arquitectos junto a su amigo. En el terreno profesional se siente inferior a
Adrián por algunos de sus desprecios,
pero superior por su fructífera relación amorosa. Por tanto, es su contrapunto
perfecto. En el terreno interpretativo, probablemente sea el actor con menor
vis cómica pero defiende bien su papel de guaperas y tiene un lugar destacado
en el final de la representación.
En esta ocasión la
escenografía y decorado son accesorios aunque los cambios de estilo, en
relación a las situaciones donde trascurre la acción (hogar, estudio de
arquitectura, cine…) son limpios y rápidos así como los contrastes de luces y
sombras. Dos más dos no termina en la
sala del Teatro La Latina, pues si acuden con sus respectivas parejas
probablemente se susciten preguntas sobre los límites, si los hay, en el amor y
la fidelidad.
En
Dos más dos serás partícipe del
intercambio de parejas mientras, entre risas, deberás fijar tu posición
Autores:
Daniel Cúparo y Juan Vera
Adaptación:
Olga Iglesias, Maite Pérez Astorga y David Serrano
Reparto: Daniel
Guzmán, Miren Ibarguren, Kira Miró y Álex Barahona
Lugar:
Teatro La Latina (Plaza de la Cebada, 2, 28005 Madrid)
hmm
ResponderEliminarMiró ha participado en conocidísimas series televisivas pero me fascina su amor por el teatro al dar vida a personajes en salas modestas. Su personaje es un tanto plano, dominado por las técnicas de seducción y persuasión, aunque los instantes más dramáticos son interpretados de forma sobresaliente
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