¡Buenos días a todos! Hoy no
es un domingo cualquiera, en esta jornada verán debutar a 9 jóvenes en un
partido decisivo. Chicos y chicas dispuestos a dar una lección de vida en
directo. Si desean asistir como espectadores a esta contienda futbolística y musical y, además, formar parte de ella están a tiempo de adquirir sus localidades en la
taquilla del Teatro La Latina.
El mayor éxito de la
literatura infantil y juvenil en España de los últimos años comienza su
andadura en los escenarios. Tras más de dos millones de ejemplares vendidos en
España y con una exitosa película con el mismo nombre, Roberto Santiago, escritor, autor y director de la obra, crea un
nuevo e inédito relato, con una banda sonora pegadiza, vistosas coreografías, 200
ilustraciones y manteniendo la esencia original de sus novelas infantiles. El
objetivo final es el disfrute de toda la familia y, a diferencia de otros
espectáculos, cuenta con un mensaje plagado de valores positivos donde van de
la mano el deporte, la música y la emoción.
Los
Futbolísimos, el musical narra la historia de un grupo de nueve
niños y niñas, que tras diez años se han convertido en jóvenes, cuya infancia
estuvo marcada por jugar al fútbol en el Soto Alto Fútbol Club y resolver
misterios. Sus vidas se separaron, pero una carta manuscrita puede ser la mejor
excusa para unirlos de nuevo. Deberán disputar un partido de fútbol, donde el
resultado no será lo más importante, y de forma inesperada también deberán
resolver un nuevo caso misterioso. Sus componentes volverán a ser niños por
unas horas y demostrarán que ellos mismos, los Futbolísimos, atacan de nuevo.
Recuerdo haber visto en las
librerías esta saga de novelas infantiles pero nunca llegué a imaginar que
podría convertirse en un espectáculo musical nacido, según palabras del autor,
del deseo e insistencia de los propios lectores. Esta modalidad teatral está
formada por la conjunción de cuatro elementos, texto, canciones, música y
coreografías perfectamente identificados y fusionados en esta obra. Sin embargo,
no sería justo comparar este espectáculo con grandes construcciones broadwayanas donde todo resulta
apabullante. Roberto Santiago demuestra
que con un relato claro inteligente, con sentido y plagado de valores es capaz
de captar la atención de los más pequeños, durante 75 minutos, por difícil que
parezca.
Como buen conocedor del
público infantil, Santiago construye
su historia estructurada en capítulos, como si de una de sus novelas se
tratara, con una clara trama central a la que se va añadiendo pequeñas subtramas
resueltas con ingenio. El tono cómico sobrevuela la representación y nace de
comparaciones ingeniosas, de gags, pero, sobre todo, de las idiosincrasias de
los personajes. Esto último, es otro de los elementos fundamentales de este
espectáculo. El público de todas las edades conecta desde un principio con los
protagonistas de la historia y, través de sus acciones, divierten y proyectan
valores como el trabajo en equipo, la constancia, la igualdad de géneros, la
empatía y solidaridad y la familia como pilar básico de la educación.
Además de por la historia,
propiamente dicha, los espectadores recordarán este espectáculo por sus
canciones y motivos musicales creados por Juanjo
Valmorisco, dirigidos por Ana vila y con arreglos y música de Víctor Elías. Todas las
melodías resultan pegadizas y cuentan con los coros de los presentes. De forma
global, destacaría dos motivos recurrentes: el primero, bajo el nombre de “Hoy
es día de partido” –posiblemente el himno del equipo– con ritmos y cadencias
propios de cánticos futbolísticos y el segundo, donde únicamente se cambia la
letra, con un potente ritmo binario para expresar emoción y suspense. También
encontramos canciones de diversa índole como elementos estructuradores del
musical, ayudadas de fases declamadas y pequeñas alocuciones del mismo Santiago para aportar claridad, agilidad y ritmo al argumento
de la obra.
No tendría sentido en un
musical que los temas no fueran acompañados de coreografías. En esta faceta, Hugo Rosales hace un excelente trabajo.
A simple vista, los movimientos parecen sencillos pero algunos encierran
complejidad técnica. De nuevo, van acorde con la temática moderna y actual, con
ritmos callejeros y construcciones grupales –para los temas movidos– y otros más
pausados en escenas íntimas. Mención especial para la futbolista Paloma Pujol –tricampeona mundial de footbag y campeona de
España y subcampeona del mundo de freestyle fútbol– por su vistosa exhibición
con el balón y por demostrar que fútbol y arte son compatibles.
En el aspecto vocal, el
reparto está a la altura del género y ofrecen solos, dúos y polifonías. Resulta
complicado destacar a unos actores por encima de otros, pues todos aportan al
relato. No obstante, la trama de la obra sitúa como protagónicos a Ondina Maldonado y a Jaime Riba. La actriz y cantante
madrileña interpreta a Helena con Hache,
una joven que ha decidido cambiar el rumbo de su vida para dedicarse a su
verdadera vocación, el fútbol. Desde su potente aparición, Maldonado –participante en los musicales Hoy no me puedo levantar de Nacho Cano y Enamorados Anónimos de Javier Limón– destaca, en el ámbito teatral, por su fortaleza escénica y por una
alegría y entusiasmo contagiosos; en el vocal por sus agudos bien proyectados. Riba vuelve a poner de manifiesto su
experiencia en más de diez musicales con su voz cálida. En el terreno teatral,
me fascina la sensibilidad y delicadeza imprimida en su personaje, marcado por
una falsa autoconfianza, y su constante dinamismo y agudeza en la función.
Además, con sus apartes, interpela de forma directa a los más pequeños, quienes
deberán ayudarle a cumplir un importante cometido. Sus respectivos personajes
tendrán una relación especial y llenarán de sentido uno de los temas musicales
de la obra.
Los Futbolísimos, vestidos
con la equipación oficial del equipo diseñada por María Galea, son completados por José Artero, como Camuñas,
quien materializa los valores de la amistad y la constancia en el amor. Daniel García Galán está soberbio como Angustias, con una expresividad facial
y corporal desbordantes y mantenidas. Elena
Matateyou aporta seguridad y
solvencia como Marilyn, capitana del
equipo. Victor de las Heras aumenta
la hilaridad de la obra por la afición de su personaje, Tomeo, a la comida. Natán
Segado clava a Toni, un seductor
pagado de sí mismo con carácter narcisista. Juan Antonio Carrera desborda con el histrionismo de su papel, como
Ocho, y su envidiable flexibilidad. Por
último, María Zabala hace gala de su belleza, expresividad e inteligencia como Anita.
Al entrar en el Teatro La
Latina me sorprendió negativamente no encontrar un decorado acorde con la vistosidad
y grandeza asociados al género del musical, más allá de unos prácticos y
realistas bancos metalizados alargados, idea de Carmiña Valencia. Sin embargo, cuando me fui introduciendo en la
historia, el excelente uso de la videoescena fue camuflando la ausencia
escenográfica. Alex Ruiz, al frente
de este cometido, sabe recoger los deseos de los más pequeños y crea una
proyección donde puede verse una muestra de las ilustraciones creadas por Enrique Lorenzo. Este guiño es
sensacional porque muchos de los presentes han elegido este espectáculo por
haberse sentido identificados por las viñetas y la estructura de las novelas. Por
último, la perfecta iluminación con proyección laser incluida de Paco Ariza, el correcto espacio sonoro
diseñado por Juanjo Valmoriso y la
magia y vistosidad del humo artificial terminan de afianzar esta victoria
teatral. ¡Larga vida a los Futbolísimos!
Los
Futbolísimos, el musical reúne diez años después al equipo al completo y entorno
a él a centenares de jóvenes dispuestos a disfrutar de las canciones y a
extraer valores esenciales para sus vidas
Alberto Sanz Blanco
@AlbertoSBlanco
Autor
y director: Roberto
Santiago
Ilustrados: Enrique Lorenzo
Dirección
musical: Ana Villa
Compositor
musical: Juanjo
Valmorisco
Reparto: Jaime
Riba, Ondina Maldonado, Natán Segado, José Artero, María Zabala, Elena
Matateyou, Víctor de las Heras, Juan Antonio Carrera, Daniel Galán y Paloma
Pujol
Lugar:
Teatro La Latina (Plaza de la Cebada, 2, 28005 Madrid)
ok
ResponderEliminarDe nuevo, van acorde con la temática moderna y actual, con ritmos callejeros y construcciones grupales –para los temas movidos– y otros más pausados en escenas íntimas. Mención especial para la futbolista Paloma Pujol –tricampeona mundial de footbag y campeona de España y subcampeona del mundo de freestyle fútbol– por su vistosa exhibición con el balón y por demostrar que fútbol y arte son compatibles.
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