Tras meses de ensayo, el
programa musical tributo al cuarteto sueco está en la parrilla televisiva de la
cartelera teatral madrileña con altas cuotas de audiencia. Los fans incondicionales
todavía tienen la oportunidad de atravesar los televisores y acudir al Teatro
La Latina para disfrutar en directo de las canciones míticas del grupo pop y de
las increíbles voces y coreografías de sus artífices, en un nuevo concepto de
tributo que va más allá del clásico concierto.
Existen múltiples formas de
rendir homenaje a un grupo musical de tal calibre como lo fue ABBA. Juan Canelada, Álvaro Mouriz, y Fernando
González, productores ejecutivos y al frente de espectáculos musicales
anteriores como We Love Queen, han
apostado por un concierto dramatizado que aglutina lo mejor del género musical
(entendido como el compendio de diálogo, canciones, música y coreografías) con
lo mejor del teatro convencional. Esta fórmula da como resultado un espectáculo
sobresaliente. La idea original me parece fabulosa e innovadora: convertir el
Teatro La Latina en un plató de televisión vació donde regidores,
maquilladores, bailarines y cantantes unirán sus fuerzas, superarán los
contratiempos del directo y dejarán a un lado sus problemas personales con el
único fin de grabar un programa centrado en el grupo sueco de música pop.
Una propuesta didáctica, inmersiva
y undeground donde, como explicaré a continuación,
la trama central se fusiona con subtramas personales ,con espacios para el
humor y el divertimento pero con instantes emotivos que no dejarán a nadie indiferente,
incluido a los propios artistas. Parte de este éxito recae en Jorge Ahijado y Juan Carlos Guerra, directores artísticos del espectáculo. En un primer
instante, observé cierta entropía escénica que embarraba la puesta en escena
pero que rápidamente supieron corregir. Además, Ahijado –al frente de la dirección musical– ha sabido escoger las
canciones míticas de ABBA como Gimme! gimme! gimme!, Money, money, money, Waterloo, Chiquitita o Mamma mia;
trabajo complejo dada la amplia discografía y trayectoria del grupo pop.
El prisma puramente musical,
como no puede ser de otra manera, es el eje central de este espectáculo donde
sus protagonistas, Joaquín Oliván, Irene Alman, Claudia Molina e Irán Alegría, están a un altísimo nivel. Este
cuarteto de actores y voces principales nos regalan solos asombrosos y
polifonías sensacionales. En el aspecto más teatral, cada integrante cumple con
un objetivo para crear un relato personal y único. Joaquín Oliván hace las
veces de maestro de ceremonia y encarna a un exitoso presentador. Este actor,
modelo y cantante es el encargado de conducir el espacio televiso y dar una
grata sorpresa a alguien del público. A su lado está Claudia Molina, una vanidosa
becaria mujer del presentador. Antes había sido una gran artista aunque ahora
no está en su mejor momento personal ni profesional. Esta precoz cantante y actriz,
comenzó con tan solo nueve años, –con numerosísimas apariciones en series
televisivas, musicales, películas y cortometrajes– desborda, además de por su
voz, por su vis cómica, dotes teatrales, naturalidad y simpatía. Un torbellino
que tiñe a su personaje y a la obra en su conjunto de un dinamismo y frescura desbordantes.
Irene
Almán fue una de las protagonistas que más me sorprendió. Esta
cantante participante en talent shows
televisivos da vida a una simpática animadora del público, encargada de portar
el típico cartel de aplausos. A medida que avanza el espectáculo va
despojándose de este personaje y podemos ver a la Almán cantante y disfrutar, así, de su envidiable potencia vocal con
vibrantes solos, algunos incluso a capela. En definitiva, los miedos e
inseguridades de su papel nada tienen que ver con la seguridad sobre las tablas
y su prodigiosa voz. Por último, Irán
Alegría cierra este cuarteto de artistas. Este polifacético actor,
cantante, bailarín y modelo destaca por su marcada gestualidad facial y
corporal y por una espontaneidad y desenvoltura escénicas sobresalientes.
Como en cualquier musical, las
coreografías son esenciales para acompañar las canciones, dar un toque
glamuroso y vistosidad al espectáculo en su conjunto. Este trabajo recae en Zaira Buitrón, creadora y directora de las coreografías, y en Basem Tomás y Sara Salaberry. Todos realizan un magistral y
completo trabajo donde el público podrá disfrutar, y ser partícipe, de una
amplia variedad de números grupales, distributivos, simétricos y asimétricos.
Además, el bailarín y acróbata Basem
Tomás también nos deja algún que
otro momento divertido en forma de sketch.
Un musical sin música en
directo, obviamente no merecería dicha categoría. De este trabajo se encargan
el guitarrista y corista José Pardia, el pianista, guitarrista y
corista Jorge Ahijado, el batería Micky
Martínez y el bajista Sergio González. Este cuarteto de músicos reproduce con fidelidad las
canciones icónicas de ABBA, aporta
toques personales muy interesantes y también participa en las coreografías
distributivas. Tanto los músicos como todos los integrantes del espectáculo van
ataviados con trajes y vestimentas coloridas, fabricadas y diseñadas por Paz Yañez y Xoan López, al más puro
estilo glam, que hoy tildaríamos de horteras.
Otro punto fuerte de este
tributo musical son las permanentes interacciones con los espectadores. Nada más
pisar el teatro, el público puede conversar amigablemente con los protagonistas
y posteriormente formar parte del espectáculo cantando y bailando con sus melodías.
La incorporación de canciones en español y en inglés al repertorio es sin duda
otro de los aciertos del espectáculo para hacerlo más inclusivo, si cabe, y
aportar un sello castizo. En este
sentido sí hubiera sido deseable haber contado con el uso de la videoescena donde a modo de karaoke
aparecieran las letras de las canciones. La construcción escenográfica, a cargo
de Daviz Pizarro, es funcional y
cumple con el doble objetivo inicial: recrear un plató televisivo y aportar,
con los decorados, la estética glam del grupo pop. De igual forma ocurre con el
diseño de iluminación, a cargo de Fernando
Rodríguez-Berzosa, quien traslada al espectáculo lo mejor del ambiente discotequero.
En definitiva, un acontecimiento teatral y musical imprescindible para los amantes de la banda
sueca del que los integrantes de ABBA pueden
sentirse verdaderamente orgullosos.
ABBA
LIVE TV es el mejor de los tributos al cuarteto sueco, en un espectáculo impactante
con increíbles voces, impresionantes coreografías y música en directo
Alberto Sanz Blanco
Periodista
Directores
artísticos: Jorge Ahijado y Juan Carlos Guerra
Actores
y voces principales: Juan Canelada, Irene Alman, Claudia Molina,
Irán Alegría
Músicos: José
Pardial (Guitarra y coros), Jorge Ahijado (Piano, Guitarra y coros), Micky
Martínez (Batería) y Sergio Gonzalez (Bajo)
Bailarines
y actores: Zaira Buitrón, Basem Tomás, Sara Salaberry
Lugar: Teatro
La Latina (Plaza de la Cebada, 2, 28005 Madrid)
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