Con los alquileres por las
nubes comprar parece ahora la mejor opción y más si alguien encuentra una buena
oferta. Ahora bien, los actores de esta transacción deben conocerse mínimamente
para que todo vaya sobre ruedas y luego no haya sorpresas, porque en España
tenemos muy buenos profesionales de la interpretación y usura. Si aún tienen
alguna duda pueden visitar los Teatros Luchana y comprobarlo ustedes mismos.
Julio
Salvatierra, autor y director de la representación, nos
invita a conocer a cuatro peculiares mujeres con premisas claras. Carol (Blanca Oteyza) desea invertir en pisos baratos y rentables. Casilda (Esperanza Elipe), promotora inmobiliaria, necesita vender para no
ser despedida y tiene un piso perfecto para ofrecer, salvo porque se vende con
abuela dentro: Camila (Enriqueta Caballero), una anciana de 75 años, enferma y en
silla de ruedas. En el pack también viene incluida Celia (Helena Lanza) la
nueva cuidadora colombiana-chilena. El precio puede ser una ganga pero a veces
lo barato termina saliendo caro.
Con leer esta breve sinopsis
podemos hacernos una pequeña idea del carácter alocado de la representación. De
hecho, el género predominante es el de comedia de enredos con pinceladas de
vodevil por el continúo ajetreo sobre el escenario y por contar con un argumento
basado en la intriga y el equívoco. Estos son algunos de los adjetivos
aplicables al texto de Julio Salvatierra.
Este condecorado dramaturgo, al frente de la exitosa productora Pangea
Producciones junto a Álvaro Lavín,
confecciona un libreto ágil, ligero, sonoro (por las iniciales elegidas para
sus personajes) vivo y divertido. Desde mi óptica, el carácter cómico de la
representación viene sostenido por dos pilares: las situaciones surrealistas de
las protagonistas y la genial actuación de este cuartero de actrices. Puede
resultar suficiente, pero hubiera sido aún más hilarante si se hubiera
potenciado el componente cómico del libreto con mayor abundancia de frases
ingeniosas para acompañar el humor surrealista predominante.
La comedia, además de hacernos
reír y pasar un rato ameno, debe ser también un vehículo para la reflexión y a
veces llevando las cosas al absurdo podemos entender mejor un problema. En Se Vende hay una crítica latente y casi
implícita de la cruda realidad de las personas mayores que viven en dependencia
y soledad y del comportamiento cínico y aprovechado de algunos individuos. Ahora
bien, no vale mirar para otro lado, porque como apunta el propio Salvatierra “Nuestros personajes actúan
de forma inesperada, pero consecuente”. En definitiva, esta comedia es un reflejo
de cómo se comporta la sociedad y qué lugar ocupa la ética para cada uno de
nosotros.
La dirección artística
también corre a cargo de Salvatierra,
al frente de otras obras como Iberian
Gangsters (2017); Los esclavos de mis
esclavos (2016); o Transición (2013),
y el resultado es satisfactorio. Siempre es un seguro contar con la calidad,
profesionalidad y trayectoria de un reparto como este pero sin una buena
dirección todo puede venirse abajo. La principal dificultad en este tipo de
obras reside en no abusar de los componentes de lo absurdo porque se corre el peligro
de cansar al espectador y caer en la repetición. En algunas escenas, sí aprecié
esta monotonía pero fue resuelta con catarsis y giros argumentales.
Perfectamente podrían haberse utilizado otros recursos como el flashback o la ruptura de la cuarta
pared para aumentar el dinamismo de la función. Por otra parte, destaco el
perfecto aprovechamiento del espacio escénico con escenas paralelas a ambos
lados del escenario, con el correspondiente cambio lumínico, a cargo de Luis Perdiguero.
Las artífices de
materializar el libreto son cuatro actrices de reconocido prestigio, ataviadas
con coloridos y florales vestidos, supervisados por Lupe Valero. Todas ellas saben mantener a sus respectivos personajes
y controlarlos pues, de nuevo, una sobreactuación en roles marcados por tintes
absurdos termina por convertirse en defecto. La trama gira entorno a Camila, la anciana sobre ruedas
decrépita y senil, a decir de los demás personajes. Enriqueta Caballero lo interpreta con brillantez, realismo y
agilidad. Siempre es un placer ver a una ilustre veterana referente cultural de
los años del tardofranquismo y del teatro y cine de la transición con
innumerables papeles. No tengo claro si disfruté más de los intentos de desvaríos
mentales de su personaje o cuando consigue dejar a todos, público incluido, con
la boca abierta, aunque probablemente me decante por esto último.
El papel de la compradora
recae en Carol, una elegante,
detectivesca y misteriosa mujer a quien da vida Blanca Oteyza. Esta directora, al frente de la exitosa comedia Tiza, y actriz, con numerosas
apariciones en teatro y series televisivas, aporta con su personaje un toque
suntuoso muy interesante. De su actuación destaco su cuidada y potente
presencia escénica y realismo a la hora de recitar frases insidiosas, punzantes
y corrosivas.
Por su parte, Esperanza Elipe da vida a Casilda, una inocente y cándida
vendedora de pisos al borde del despido y madre de un hijo. Resulta paradójico
que el personaje más ingenuo protagonice los momentos más hilarantes y alocados
de la representación, gracias a la brillante actuación de esta conocidísima
actriz de televisión (Cámara Café) y
cine (Abracadabra). La gestualidad
facial y corporal de Elipe a la hora
de acompañar los arrebatos de su personaje es sensacional. Completa este
cuartero, Helena Lanza como Celia, la asistenta y cuidadora de Camila. Probablemente no sea el papel
de su vida artística, después de poner el listón alto en La Cantante Calva (2018), pero resuelve con acierto, ingenio y
gracia un personaje terremoto con acento sureño y proporciona dinamismo a la
obra en su conjunto. En definitiva, cuatro mujeres de armas tomar con un piso
entre las manos.
En
Se vende disfrutarás de una alocada,
ligera, sonora viva y divertida comedia protagonizada por cuatro mujeres y
excelentes actrices
Alberto Sanz Blanco
@AlbertoSBlanco
Autor
y director: Julio Salvatierra
Reparto: Enriqueta
Carballeira, Blanca Oteyza, Esperanza Elipe y Helena Lanza.
Lugar: Teatros
Luchana (Calle de Luchana, 38, 28010 Madrid)
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